First thought when I wake up is: my god, he's beautiful ♥
martes, 18 de enero de 2011
lunes, 17 de enero de 2011
3MSC
Dos cientos por hora...a toda ostia...
No quiero enterarme de lo que pasa alrededor. Pero de repente, aparece alguien que te dice que aflojes, y cuando aflojas te das cuenta de las cosaas: de que hay un trofeo entre las botellas de whisky, que por la radio están echando mi cancion favorita, que hoy es martes y 13 y que la camarera ahora mismo se escaparia contigo al fin del mundo.
Cosas pequeñas....pero que para mi significan mucho.
No quiero enterarme de lo que pasa alrededor. Pero de repente, aparece alguien que te dice que aflojes, y cuando aflojas te das cuenta de las cosaas: de que hay un trofeo entre las botellas de whisky, que por la radio están echando mi cancion favorita, que hoy es martes y 13 y que la camarera ahora mismo se escaparia contigo al fin del mundo.
Cosas pequeñas....pero que para mi significan mucho.
Ho voglia di te♥
Estamos delante del puente Milvio, en una pequeña plaza junto al Tíber de donde sale via Flaminia, que llega hasta la piazza del Popolo. Gin corre por el puente y se para a medio camino, delante de la tercera farola.
- Ya estamos, es esta de aquí.
- ¿Ésta qué?
- La tercera farola. Hay una leyenda sobre este puente, el puente Milvio. Vamos, escucha... Es una historia preciosa. ¿Ves eso de ahí? Es el "candado de los enamorados". Se engancha un candado en esta cadena, se cierra y se arroja la llave al Tíber.
- ¿Y después?
- Ya nunca te separas.
Pongo el candado en la cadena, lo cierro y saco la llave. La mantengo un momento entre los dedos mientras miro a Gin. Ella me mira. Me desafía, me sonríe y levanta una ceja.
- ¿Y ahora?
Cojo la llave entre el índice y el pulgar. La dejo colgar un poco más, suspendida en el vacío, indecisa. Después, de pronto, la suelto, y vuela hacia abajo, patas arriba en el aire, y se pierde entre las aguas del Tíber.
- Lo has hecho de verdad...
- Ya estamos, es esta de aquí.
- ¿Ésta qué?
- La tercera farola. Hay una leyenda sobre este puente, el puente Milvio. Vamos, escucha... Es una historia preciosa. ¿Ves eso de ahí? Es el "candado de los enamorados". Se engancha un candado en esta cadena, se cierra y se arroja la llave al Tíber.
- ¿Y después?
- Ya nunca te separas.
Pongo el candado en la cadena, lo cierro y saco la llave. La mantengo un momento entre los dedos mientras miro a Gin. Ella me mira. Me desafía, me sonríe y levanta una ceja.
- ¿Y ahora?
Cojo la llave entre el índice y el pulgar. La dejo colgar un poco más, suspendida en el vacío, indecisa. Después, de pronto, la suelto, y vuela hacia abajo, patas arriba en el aire, y se pierde entre las aguas del Tíber.
- Lo has hecho de verdad...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)